Riesgos financieros. Qué son, qué tipos hay y cómo calcularlos

Dos personas de pie hablando en una habitación con poca luz

Los riesgos financieros forman parte del día a día de las empresas, por lo que estas deben saber gestionarlos y preservar la productividad de sus negocios, con herramientas como los seguros de líneas financieras. Analicemos cuáles son y cómo calcularlos para estar preparados cuando surjan.

Los riesgos financieros son los percances que pueden surgir durante la actividad empresarial, generando incertidumbre, y que pueden ocasionar alguna consecuencia financiera negativa para la organización.

Son eventos que generan incertidumbre y que están ligados a la rentabilidad de la empresa, como cambios regulatorios en el sector en el que se opera, la volatilidad de los mercados o la imposibilidad de devolver el capital por una de las partes, entre otros factores.

Tipos de riesgos financieros:

No existe un único tipo de riesgo financiero, sino que hay varias modalidades, en función de distintos factores.

Riesgo de crédito:

Este riesgo se produce cuando una de las partes de un contrato financiero no paga la deuda de acuerdo con lo pactado. Este retraso o impago puede derivar en pérdidas de intereses, disminución del flujo de caja, gastos en el proceso de recobro…

Riesgo operacional:

Tiene lugar cuando se producen pérdidas financieras por acciones, procedimientos o medidas que interfieren en las operaciones de la empresa, como una mala gestión, falta de controles internos dentro de la propia compañía o de capacitación de los trabajadores, fallos tecnológicos o errores humanos que afectan a la producción comercial o proporcionan resultados no deseados.

Riesgos políticos

Se producen por la inestabilidad política de un país o región y que afecta a los intereses económicos de la empresa. Las empresas deben analizar el riesgo país que presenta cualquier territorio antes de empezar a operar en el mismo.

Riesgo de mercado:

Surge cuando la fluctuación del mercado financiero produce pérdidas en el valor y la posición de un activo de una empresa. Puede deberse por subidas o bajadas de los tipos de interés, cambios en el valor de las acciones o bonos o en inversiones que implican un cambio en la divisa y estas sufren inestabilidad o depreciación.

Riesgo de liquidez:

El riesgo de liquidez se produce cuando la sociedad, aun teniendo activos, no tiene suficiente flujo de efectivo para pagar sus deudas a corto plazo. Esto se produce, por ejemplo, cuando una empresa entra en un período de pérdidas continuadas de cartera, hasta el punto de no poder pagar a sus trabajadores.

Riesgo de inflación:

Está vinculado a la incertidumbre de la evolución de la inflación sobre la tasa de rendimiento real de una inversión. Es decir, el riesgo para el inversor viene dado por la variación del poder adquisitivo de los flujos de caja generados, resultado de la diferencia entre la inflación prevista y la realmente producida.

Riesgo legal:

Cualquier posible cambio importante en la legislación de un territorio puede generar incertidumbre, provocando pérdidas de confianza que lleven aparejadas pérdidas económicas. Estos cambios legales suelen producirse con tiempo, por lo que la empresa debe prepararse para afrontarlos de la mejor manera posible.

Dedo apuntando a una gráfica en una pantalla

Cómo se calcula el riesgo financiero:

Para calcular el riesgo financiero de una empresa, aparte de las herramientas tecnológicas que ayudan en este propósito, existen otros elementos que permiten hacer estimaciones:

– Relación entre deuda y activos, para saber las deudas y las ganancias que tiene una empresa.

– Relación entre deuda e ingresos, que se mide a partir de la deuda neta o bruta dividida por las ganancias o el resultado bruto de la explotación.

– Relación entre deuda y capital, que consiste en analizar la proporción de activos en una estructura que se financia con deuda.

– Cobertura de intereses, que se elabora mediante la fórmula de resultado y se divide por los intereses.

– Flujo de efectivo y deuda, que mide el flujo de efectivo al servicio de la deuda y se divide por la deuda.

– Multiplicador de capital, se calcula mediante la cantidad de activos de una empresa que son financiados por sus accionistas.

¿Cuándo una empresa puede estar en riesgo financiero?:

Existen muchos casos en los que las empresas pueden verse sometidas a riesgos financieros. Por ejemplo, cuando sufre el impago de uno de sus clientes por los servicios prestados o los productos suministrados, lo que afecta a sus cuentas financieras y le exigirá una pérdida de tiempo en el proceso de reclamación. O cuando se emplean software no autorizados o se da escasa formación de los trabajadores de las tecnologías que se implementan, ya que pueden derivar en fallos en los equipos informáticos o ciberataques. O cuando la empresa apuesta por instalarse en otro país con una gran inflación, ya que la sociedad tendrá que hacer frente a una alta tasa de interés en sus movimientos.

Grupo de personas caminando en el metro

¿Qué no es riesgo financiero?

No es un riesgo financiero todo aquel que no tiene un origen financiero, pero que impacta de forma cuantificable en la propia empresa. Este es el caso de los riesgos reputacionales, que puede hacer que clientes e inversores mengüen su confianza en la compañía. También el riesgo estratégico, que es el impacto actual y futuro en los ingresos y el capital que podría surgir de las decisiones adversas de negocios. O el riesgo de cumplimiento corporativo, que pueden causar pérdidas por una sanción legal por incumplimiento de una ley.

Existen otro tipo de riesgos no financieros, como los relacionados con la ciberseguridad, el medioambiente, el de conducta o de fraude que también pueden tener un impacto significativo en las cuentas de la empresa.

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