Los accidentes laborales son más frecuentes de lo deseable, incluso cuando la empresa ha adoptado todas las medidas de prevención de riesgos pertinentes. Por eso es fundamental contar con un seguro que se encargue de proteger económicamente a trabajadores y empresarios cuando surgen estos imprevistos.
Este seguro facilita las indemnizaciones derivadas de lesiones corporales sufridas por un trabajador durante su trabajo o como consecuencia del mismo, cubriendo:
- Indemnización diaria en caso de incapacidad temporal, mientras el lesionado permanezca de baja.
- Renta vitalicia en caso de incapacidad parcial o total permanente para la profesión habitual del trabajador o de incapacidad permanente y absoluta para todo tipo de trabajo.
- Indemnización por las lesiones definitivas o mutilaciones que pueda sufrir el trabajador y que no deriven en incapacidad permanente.
- Renta para los familiares del trabajador en caso de que fallezca.
- Asistencia médica y farmacéutica del trabajador lesionado, hasta su total curación o hasta que la lesión se considere como constitutiva de incapacidad permanente.
¿Es el seguro de accidentes de trabajo obligatorio?
El seguro de accidentes de trabajo es de obligada contratación para todas las empresas y está regulado por el Estado, de modo que, siguiendo la legislación al respecto, fija las condiciones y límites de las indemnizaciones en la materia.
Ahora bien, en el caso de trabajadores autónomos sin personal a cargo, este seguro no es obligatorio.
Con todo, sí resulta muy recomendable dependiendo de la exposición al riesgo del trabajador, especialmente para aquellos que trabajan fuera de casa (albañiles, fontaneros, transportistas…).
La responsabilidad civil en accidentes del trabajo
La responsabilidad civil en un accidente de trabajo se produce cuando este ocurre por una falta de medidas de seguridad, lo que dar lugar a que el empresario deba asumir la culpa, pagando al trabajador una indemnización por daños y perjuicios.
No obstante, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales exige al empresario velar por la salud e integridad de sus trabajadores, proporcionándoles una protección eficaz frente a los riegos laborales (recursos materiales, formación adecuada, etc.).
Coberturas de los seguros personales de accidentes de trabajo
Los seguros personales de accidentes laborales, aquellos que los propios trabajadores autónomos contratan para protegerse, suelen tener coberturas muy amplias, que van desde una incapacidad parcial a una invalidez absoluta (ceguera, parálisis total, pérdida de extremidades…) y hasta el fallecimiento por un incidente en el trabajo, pero no cubren enfermedades, para lo que se requiere un seguro de baja laboral o de Vida.
Existen coberturas adicionales que protegen por percances ocurridos de camino al trabajo (in itinere) y en la vida privada (haciendo ejercicio, andando por la calle, etc.).
También se pueden cubrir los gastos de asistencia sanitaria y en viajes y la indemnización por ingreso hospitalario.
Y se pueden contratar coberturas de gastos de acondicionamiento de vivienda y automóvil en caso de incapacidad permanente, asesoramiento, gestión y defensa jurídica derivados de un accidente (aunque la asistencia en situaciones de urgencia siempre está garantizada).
¿Por qué contratar un seguro de Responsabilidad Civil en accidentes de trabajo?
Un siniestro grave de uno de los trabajadores de la empresa, en el que el empresario haya tenido culpa, por error o negligencia, puede dar lugar al pago de importantes indemnizaciones por parte del mismo que, en caso de no contar con un seguro de RC en accidentes laborales, puede afectar gravemente a su compañía, ya que deberá hacer frente a esas compensaciones con su propio patrimonio.
Para evitar esta situación es esencial contar con un seguro de Responsabilidad Civil, que además es obligatorio por ley para muchas actividades.
Principales ventajas de este seguro
Una de las principales ventajas de los seguros de accidentes laborales es que ofrece una cobertura de 24 horas durante los 365 días del año y en cualquier parte del mundo.
Además, proporciona la tranquilidad de disponer de una protección económica que ayude al trabajador en caso de que un accidente le impida estar activo de forma temporal o permanente, así como a su familia en caso de que fallezca por esta causa.
Algo especialmente importante para los trabajadores autónomos para los que el no poder desempeñar su actividad laboral supone una privación o una disminución de ingresos realmente significativa.