Incapacidad laboral e incapacidad permanente total

incapacidad laboral permanente o parcial

La incapacidad laboral impide a un trabajador realizar su actividad profesional durante un periodo más o menos prolongado, tiempo en el que tiene derecho a percibir un subsidio. Veamos qué tipos de incapacidades laborales existen según su nivel de gravedad.

Incapacidad laboral: permanente o parcial

La incapacidad laboral es la situación que ocurre cuando un trabajador se encuentra incapacitado para desempeñar las funciones habituales de su puesto de trabajo debido a una enfermedad común o laboral o un accidente laboral o no. Según su grado de incapacidad y el alcance de la misma, existen dos tipos de incapacidad laboral: temporal y permanente.

invalidez permanente

Tipos de incapacidad laboral

La incapacidad temporal (conocida como baja médica) es la que imposibilita a una persona para el trabajo de manera puntual y necesita de asistencia médica, por una enfermedad o un accidente.

La duración de la incapacidad temporal es de un máximo de 12 meses, prorrogables durante otros 6 meses más. A partir de entonces, el Instituto Nacional de la Seguridad Social valora la posibilidad de que la incapacidad se convierta en permanente o que se prescriba el alta médica.

Una vez finalizado el período máximo de incapacidad temporal, si la Seguridad Social así lo estima, se podrá pasar a la situación de incapacidad permanente, que es la situación de un trabajador que, tras haberse sometido a tratamiento médico, presenta reducciones fisiológicas o funcionales graves que pueden llegar a ser definitivas y restringen o anulan por completo su capacidad para trabajar.

Incapacidad permanente total

La incapacidad no permite seguir trabajando en la profesión habitual, pero sí se puede trabajar en otra profesión distinta. Se trata de un caso en el que el trabajador incapacitado cobrará una prestación vitalicia del 55% de la base reguladora, pudiendo, además, cobrar el sueldo proveniente de otro trabajo.

Incapacidad permanente parcial

Es una incapacidad que alcanza un grado de disminución en el rendimiento de la profesión de al menos el 33% de lo que se considera normal, sin impedirle realizar las tareas fundamentales de dicha profesión y pudiendo, por tanto, continuar con su trabajo habitual. También recibirá una prestación por parte de la Seguridad Social, que consiste en un pago de 24 mensualidades de una única vez.

tipos de incapacidad laboral

¿Cuáles son los grados de incapacidad laboral?

Dependiendo del grado de reducción de la capacidad para trabajar, existen, además de la incapacidad laboral parcial, 4 tipos de incapacidad laboral permanente (que son revisables y pueden cambiar en función de lo que se valore tras cada revisión): incapacidad permanente parcial; incapacidad permanente total; incapacidad permanente absoluta; y gran invalidez.

La incapacidad permanente parcial y la total afectan exclusivamente a la profesión habitual, pero no impiden que el trabajador realice otro tipo de profesiones (por ejemplo, un cirujano que por un accidente pierda la destreza de sus manos podría seguir trabajando como profesor en una universidad).

Sin embargo, la incapacidad permanente absoluta inhabilita al trabajador para desempeñar cualquier profesión u oficio. Por ello, recibirá una prestación económica que consistirá en una pensión mensual del 100% de la base reguladora.

La gran invalidez es el grado máximo de incapacidad laboral, ya que el trabajador padece una enfermedad o lesión que le impide realizar cualquier tipo de actividad y necesita de otra persona para que le ayude en sus tareas diarias (comer, vestirse, acostarse…).

La prestación económica por gran invalidez es de una pensión mensual del 100% de la base reguladora y un complemento adicional del 45% del salario mínimo interprofesional.

grados de incapacidad laboral

Seguro de incapacidad temporal

Para no ver muy mermado su capacidad adquisitiva, muchos trabajadores optan por contratar un seguro de incapacidad laboral que les protege y compensa ante la pérdida de ingresos que supone no poder trabajar debido a una enfermedad o un accidente, laboral o no, proporcionándole una indemnización diaria.

El seguro puede ser baremado, con una indemnización por cada día real que el asegurado se encuentre de baja; o no baremado, por lo que se recibe una indemnización concreta dependiendo de la patología que se sufra (por un número de días fijados en una escala establecida por la aseguradora y por el capital que se haya contratado).

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