Las oficinas y los despachos suelen ser sitios bastante seguros, donde apenas vemos riesgos latentes. Sin embargo, también en estos lugares de trabajo podemos sufrir accidentes, por lo que resulta muy interesante contar con soluciones aseguradoras que nos protejan ante posibles siniestros.
Seguro de Oficinas
Es fundamental que el negocio esté protegido con un seguro, para prevenir eventualidades y minimizar las situaciones de emergencia que garanticen la estabilidad económica. Como cualquier otro negocio, a la hora de asegurar una oficina hay que tener muy en cuenta el tipo de incidentes que pueden ocurrir, muy distantes de los que se pueden dar en un restaurante o un taller mecánico.
A los accidentes personales, como caídas por las escaleras, fracturas con material inmobiliario o golpes por caídas de objetos hay que sumarles los de carácter empresarial, como los robos, los incendios o las roturas de cristales.
Tipos de seguros para oficinas y negocios
Un empresario que desarrolle su actividad en una oficina debe contar con un seguro de Accidentes de Convenio siempre y cuando tenga trabajadores a su cargo, que protege al empleado con un capital en caso de fallecimiento o invalidez por accidente laboral.
Además es obligatorio, en ciertas profesiones, contar con un seguro de Responsabilidad Civil Profesional, como es el caso de los abogados o arquitectos, aunque depende de la comunidad autónoma donde esté ubicada su oficina. En los últimos años, la mayor frecuencia de ciberdelitos también hace que, dependiendo de la vulnerabilidad de las redes y la importancia de la información, resulte interesante contratar un seguro de Ciberriesgos, que facilita medidas de prevención junto a soluciones rápidas de recuperación ante un incidente cibernético.
Lo más habitual, en cualquier caso, es contar con un Multirriesgos que proteja a trabajadores, clientes, proveedores y otras visitas y resarce frente a los daños en el continente (el inmueble) y el contenido (el equipamiento informático, el mobiliario, las materias primas, etc.)
¿Por qué contratar un seguro de oficinas?
Resulta fundamental para la viabilidad de la actividad contar con alguna protección aseguradora ante ciertos riesgos que, aunque puedan parecer insignificantes, como tropiezos con sillas o resbalones con agua, pueden derivar en lesiones y provocar una baja laboral. A ellos hay que sumarles los gastos por daños materiales, como inundaciones o incendios, o la pérdida de capital por robos, que pueden llegar a ser muy cuantiosos. Un seguro de oficinas se encarga de asumir el gasto y permite que el negocio continúe su desarrollo.
¿Cuáles son los riesgos habituales de las oficinas?
Los riesgos más comunes a los que se enfrenta quien dirige una oficina, además de los pequeños accidentes personales, son los robos de equipos informáticos o electrónicos, los daños por agua (por ejemplo, por la rotura de una cañería) y los incendios (por un cortocircuito o circunstancias similares). También son habituales las roturas de cristales por fenómenos atmosféricos, los ataques cibernéticos y la avería de los equipos electrónicos.
¿Cuáles son las coberturas de un seguro de oficinas?
Las principales coberturas de este tipo de seguros son:
- Daños materiales. Se amortizan los gastos de la reparación por los desperfectos causados por un incendio o una explosión, por el agua, las roturas de cristales o persianas y los daños causados por fenómenos atmosféricos.
- Robo y hurto. Cubre tanto el dinero en efectivo o cheques, como el material de oficina sustraído (equipos informáticos, mobiliario, etc.), así como los daños provocados en el asalto. Hay garantías que también incluyen el transporte del efectivo hasta la entidad bancaria por si algún trabajador sufre un atraco.
- Responsabilidad Civil. La aseguradora se hace cargo de las reparaciones e indemnizaciones por los daños ocasionados a terceras personas, como la caída de algún mensajero que vaya a la oficina o el desprendimiento de algún saliente de la cornisa.
- Cese de actividad. Cubre al empresario en el caso de que se tenga que detener la actividad comercial, como un gran incendio que impida trabajar durante los días de reparación del siniestro.
Ventajas de contar con este seguro
Se trata de un seguro muy flexible, ya que sus coberturas y precios dependen de la actividad comercial, los capitales asegurados, el número de trabajadores, el continente y el contenido, entre otros factores. De ahí que el precio de la póliza de un Multirriesgos puede variar considerablemente y adaptarse a los intereses del empresario. Con coberturas muy básicas se pueden encontrar seguros en torno a los 165 euros, aunque lo más habitual es que rocen los 400 euros.
Hay que tener en cuenta siempre las necesidades del asegurado y la realidad del negocio, sin incurrir ni en infraseguros, que deriven en desprotección ante un siniestro, ni sobreseguro, pagando por las mismas garantías en pólizas diferentes o asegurando aspectos (como el edificio donde se ubica la oficina) que no les corresponde pagar.
