Ejemplos de seguros de Responsabilidad Civil

Grupo de personas reunidas alrededor de una mesa

Existen multitud de casos en los que las personas particulares o las empresas pueden verse expuestas a reclamaciones. Para proteger su patrimonio, encontramos distintos ejemplos de seguros de Responsabilidad Civil (RC) que varían según el cargo profesional o la actividad que se desarrolle. Veamos algunos casos habituales.

¿Qué es la Responsabilidad Civil?

La responsabilidad civil es la obligación que tiene toda persona física o jurídica (sociedad o administración pública) de reparar o compensar los daños y perjuicios que por acción u omisión cause sobre otra persona, su patrimonio o sus bienes, generalmente mediante una indemnización. Lo más habitual en estos casos es que quien provoca el daño tenga que asumir la responsabilidad del mismo, aunque en ocasiones no es así, como en el caso de los padres que responden por actos de sus hijos menores de edad o los dueños de perros por desperfectos o lesiones que provoquen.

Dos trabajadores con casco azul y chalecos amarillos

Ejemplos de seguros de Responsabilidad Civil por tipos de RC

El seguro de RC cubre económica y jurídicamente al asegurado, ante los daños y perjuicios que ocasione a un tercero de forma involuntaria en todos aquellos supuestos y condiciones especificados en su póliza.

Existen, eso sí, muchos tipos de seguros de RC dependiendo de variables tales como si el asegurado es persona física o jurídica, el ámbito de actuación de la póliza o el tipo de daños que se van a garantizar, entre otros supuestos.

Para algunas profesionales estos seguros son obligatorios por ley, como es el caso de los arquitectos, los constructores o los abogados, pero incluso cuando no existe esa obligatoriedad, resultan muy recomendables para quienes ejercen actividades laborales. En el caso de los particulares, esta obligación se circunscribe a proteger los daños involuntarios ocasionados en la vida privada, como la caída de un objeto desde la ventana de la casa.

Ejemplo de seguro de Responsabilidad Civil para empresas o autónomos

Este seguro garantiza la RC General a empresas y autónomos que ocasionen algún daño a un tercero durante el desarrollo normal de su actividad.

Ejemplos de este tipo hay muchos, como las humedades que puede provocar el local donde se trabaja al establecimiento de al lado; las intoxicaciones por una deficiente manipulación de productos en un restaurante; que un proveedor se caiga en la tienda por estar el suelo fregado y mal señalizado y este accidente le provoque lesiones; los daños a vehículos estacionados en el aparcamiento de las instalaciones de la empresa por la caída de un elemento del edificio; que un electricista no realice correctamente la instalación de un cableado y se produzca un incidente con fuego posterior; un error de contabilidad que derive en una multa administrativa a un cliente…

Las empresas y autónomos también pueden disponer de la RC Patronal, que cubre las reclamaciones de los empleados que han sufrido un accidente laboral o de los familiares de estos si el trabajador ha fallecido, siempre y cuando se hayan producido negligencias por parte del empresario, como el caso en que un albañil se caiga del andamio por no disponer de los elementos de prevención de riesgos laborales necesarios.

Saludo de apretón de manos entre un hombre y una mujer

Ejemplo de seguro de Responsabilidad Civil para directivos y administradores

También conocido como D&O, este producto protege el patrimonio personal de los administradores, directivos y gerentes de todo tipo de entidades ante reclamaciones presentadas por empleados, acreedores, accionistas u organismos públicos, entre otros, por una mala gestión que haya podido causar daños económicos. El principal objetivo es la protección del patrimonio individual de los administradores, ya que según la Ley de Sociedades de Capital se responde con el patrimonio personal de los perjuicios que le reclamen por actos contrarios a la ley o los estatutos, así como negligencias en el ejercicio del cargo.

Cubre casos como errores en la toma de decisiones estratégicas que generen pérdidas a la compañía y a sus accionistas; no cumplir plenamente con una determinada legislación, lo que puede acarrear una sanción administrativa a la entidad; incumplir protocolos de información confidencial que generen fugas de datos y perjudique a algún tercero; casos de acoso o tratos vejatorios a los empleados; no cumplir con los plazos marcados por la Ley en caso de situación legal de disolución o insolvencia; o la falta de supervisión de los trabajadores o directivos de la entidad que conlleve un perjuicio económico causado a la propia entidad o a terceros.

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