¿Qué es la Responsabilidad Civil de Explotación?

¿Qué es la Responsabilidad Civil de Explotación?

Durante el desarrollo de su actividad profesional, empresas y autónomos pueden llevar a cabo acciones que, de manera involuntaria, deriven en daños hacia otras personas o bienes ajenos. Para proteger a ese tercero existe el seguro de Responsabilidad Civil de Explotación, que vela por el patrimonio del empresario indemnizando a la persona afectada.

La Responsabilidad Civil de Explotación es la obligación que tiene un empresario de reparar los daños que pueda causar a terceros en sus bienes o personalmente por el ejercicio de su actividad profesional.

RC Explotación definición

El seguro de RC de Explotación permite que sea la aseguradora la encargada de indemnizar a la persona afectada, en lugar del empresario con su patrimonio. Así, se encarga de abonar una suma por los daños ocasionados por negligencias o culpas (por acciones u omisiones involuntarias) ocasionadas a un tercero por parte de su asegurado o la empresa de la que es titular.

Incluye tanto daños corporales (lesiones, enfermedades o muertes, incluidas las producidas a animales), como daños materiales (deterioro de bienes ajenos, como un coche, un objeto o una máquina, o instalaciones cercanas), daños patrimoniales (cuando las lesiones o daños materiales deriven en pérdidas monetarias importantes a terceros) e, incluso, daños morales.

 ¿Qué cubre la Responsabilidad Civil de Explotación?

¿Qué cubre la Responsabilidad Civil de Explotación?

El ámbito de actuación de la RC de Explotación es amplio, por lo que las coberturas establecidas en la póliza protegen por los daños producidos en numerosas situaciones:

  • Trabajos de la empresa que se llevan a cabo en sus instalaciones.
  • Labores desempeñadas por el empresario y sus empleados, establecidas dentro de su cometido profesional.
  • Trabajos que han encargado terceros y que se van a realizar fuera de la empresa.
  • Propiedad, uso y mantenimiento de maquinaria, equipos y otros utensilios que pertenezcan a la empresa, estén o no dentro de las instalaciones.
  • Todo el proceso de transporte de mercancías: tratamiento, carga, traslado, descarga y almacenamiento.
  • Labores de vigilancia y seguridad asociados a la actividad de la empresa.
  • Ciertas actividades empresariales de carácter comercial, como la colocación elementos publicitarios dentro y fuera de las instalaciones; el acceso a la empresa por parte de personal externo, como clientes, proveedores o visitantes; la asistencia de trabajadores a eventos o cursos de formación; o la realización de viajes de negocio.
  • Otros riesgos no contemplados anteriormente, pero que resulten de otra acción o situación derivada directamente de la actividad empresarial, con las excepciones y limitaciones establecidas en cada póliza.

¿En qué casos es necesario contar con estas coberturas?

La RC de Explotación es fundamental en cualquier tipo de actividad económica en la que el profesional interactúe con terceras personas (clientes, proveedores, empleados…) y totalmente recomendable en el caso de contar con instalaciones para desarrollar su negocio, ya que protege por los daños producidos mientras los trabajos o las obras están en marcha y no han terminado.

Además, esta póliza no solo se encarga del pago de la indemnización, sino que también suele cubrir la defensa jurídica del empresario y el pago de los costes y gastos judiciales y extrajudiciales, que en ocasiones pueden ser cuantiosos, por lo que, en caso de no contar con este tipo de coberturas, podría suponer una merma importante en el patrimonio del empresario e, incluso, devenir en el cierre de la actividad laboral.

Diferencia entre Responsabilidad Civil de Explotación y Profesional

Diferencia entre Responsabilidad Civil de Explotación y Profesional

En ocasiones existe confusión para diferenciar la Responsabilidad Civil de Explotación de la Responsabilidad Civil Profesional, ya que en ambos casos se producen por acciones y omisiones en el transcurso de las actividades laborales que ocasionan a terceras personas daños materiales o personales.

En el caso de la RC de Explotación, también se incluyen los daños patrimoniales derivados de los anteriores (por ejemplo, que a una persona se le caiga en una tienda un objeto pesado por estar mal colocado, que le cause una fractura que le impida acudir a un evento deportivo profesional por el que iba a obtener rendimientos económicos).

Sin embargo, la RC Profesional contempla los daños patrimoniales con independencia de si estos se producen por unos daños materiales o personales previos. Un caso evidente es cuando un camionero remite a una gestoría sus multas de tráfico para que las tramiten y lo hacen con retardo y, por eso, se incrementa el importe a pagar por las sanciones.

Otra diferencia importante es que la RC Profesional no solo protege a terceras personas, sino que también se aplica a la propia actividad, cubriendo, por ejemplo, a los trabajadores de la empresa por negligencias, lo que está fuera de la protección de la RC de Explotación.

Ejemplos de RC de Explotación

Existen muchos ejemplos prácticos en los que la RC de Explotación protege al empresario, según la actividad desarrollada por este. Algunos de ellos son:

  • Un cliente que resbala dentro de las oficinas porque el suelo está recién fregado y se produce una lesión o se le rompen las gafas.
  • Una cama de hospital que está en mal estado y provoca la caída de un paciente, agravándole su dolencia.
  • Una fuga de agua en el centro de trabajo que provoca desperfectos en el inmueble situado bajo nuestro local.
  • Un letrero mal puesto en el exterior de la tienda que se desprende y causa desperfectos en un coche situado bajo el mismo.

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