Los autónomos pueden deducirse de una serie de gastos relacionados con el ejercicio de su actividad profesional. Os explicamos cuáles son los más comunes y cómo imputarlos.
Gastos deducibles autónomos
Los autónomos en régimen de estimación directa, tanto normal como simplificada, pueden deducirse de gastos en el IRPF. En el caso de los que tributan por módulos, no pueden deducirse por nada, ya que este método tiene sus propias cuotas trimestrales fijas. Asimismo, los trabajadores por cuenta propia pueden desgravarse por el IVA soportado en ciertas compra o alquileres.
Ahora bien, para poder deducirse de un gasto debe contar con unos requisitos: que esté vinculado a la actividad profesional del autónomo; que esté convenientemente justificado mediante factura; y que esté registrado contablemente en los libros de gastos e inversiones.
¿Qué gastos son deducibles IRPF?
Existe una gran cantidad de gastos que son deducibles en el IRPF, entre ellos:
- Seguridad Social. Cotizaciones del autónomo y de sus empleados, en el caso de tenerlos.
- Consumos de explotación. La compra de cualquier material necesario para el desarrollo de la actividad profesional (mercancías, materia prima, embalajes…).
- Sueldos y salarios de trabajadores.
- Mutualidades de previsión social. Se podrá deducir un 50% en la cotización por contingencias comunes.
- Seguro de accidentes y contribuciones a plan de pensiones.
- Servicios profesionales de abogados, asesores, notarios, auditores, gestores y las comisiones de los comerciales del negocio.
- Suministros de electricidad, agua, gas, teléfono e Internet.
- Página web, dominio y servidor.
- Alquiler de bienes inmuebles (local, naves industriales…) o muebles (ordenadores, maquinaria, etc.).
- Reparaciones y mantenimiento de instalaciones y maquinaria.
- Tributos fiscalmente deducibles. El IBI o el IAE, entre otros.
- Cuotas de asociaciones empresariales, corporaciones y cámaras de comercio.
- Primas de seguros. De Responsabilidad Civil, protección contra robo o incendio del negocio y de Salud.
- Gastos de difícil justificación con un máximo anual de 2.000 euros.
Además, los autónomos en estimación directa normal pueden deducirse también las facturas emitidas no cobradas y los gastos debidos a devoluciones.
¿Cómo desgravar un coche para autónomos?
Como en el resto de conceptos, para que el autónomo pueda desgravar gastos por el uso de un coche este tiene que utilizarse para el desarrollo de su actividad profesional.
En cuanto al IVA, se puede deducir el 50% de la compra del vehículo, las reparaciones que haya que hacer, el combustible, servicios de parking y el mantenimiento. Para deducirse más, hay que demostrar que el porcentaje de uso (y por tanto de gasto) es mayor que el 50% (como es el caso de transportistas o taxistas), mediante, por ejemplo, la justificación de un segundo vehículo para fines personales o que el que se tiene está rotulado.
En caso de vehículos mixtos para transporte de mercancías, para transporte de viajeros (taxis, autocares…), de vigilancia, de autoescuelas o de los agentes comerciales no hará falta demostrar su uso exclusivo, ya que Hacienda ya lo contempla así.
En cualquier caso, no hay que olvidar pedir siempre facturas justificativas del combustible, las reparaciones, el peaje o el mantenimiento en las que conste la matrícula del vehículo.
En cuanto a las deducciones del IRPF solo cuentan, y lo harán por el 100%, los vehículos de uso exclusivo de la actividad. Para cualquier otro uso que tenga el vehículo, no habrá deducción.
¿Cómo deducir el seguro de responsabilidad civil para autónomos?
La póliza de responsabilidad civil correspondiente a la actividad profesional de un autónomo también es deducible, y no solo respecto al IVA del seguro, sino en su cuantía total, pues se considera un gasto más de su trabajo, como puede ser el material de oficina o las herramientas de un taller.
En caso de que el seguro tenga aplicaciones personales, la desgravación se reducirá al 50% o al 25%, en caso de que la póliza también esté a nombre de otra persona.
Deducción del seguro médico IRPF para autónomos
En cuanto al seguro médico, la deducción es de hasta 500 euros anuales. Una desgravación que se extiende a su cónyuge e hijos menores de 25 años que sigan en el domicilio familiar. Cada uno de los cuales podrá deducirse esa misma cantidad o 1500 euros si tienen alguna discapacidad reconocida, hasta un máximo de 4.500 euros por unidad familiar.
Al hacer la declaración del IRPF se puede optar por deducirse el seguro médico en pagos fraccionados o en uno solo. Además, hay que conservar la póliza del seguro por si hubiera que aportarla, así como los recibos bancarios que demuestren el pago de la misma.
Otros gastos deducibles para autónomos
Además de todos los gastos señalados, los autónomos también pueden deducirse otros gastos como la formación para mejorar los conocimientos profesionales o el transporte y el consumo de hostelería por viajes de trabajo.
