Hace unos cuatro meses comentamos la evolución en nuestro mercado de los seguros de Responsabilidad Civil de Administradores (D&O) con un mayor enfoque en las grandes cuentas o grandes riesgos.
Hoy quiero llamar la atención sobre la evolución de los seguros de Responsabilidad Civil de Administradores (D&O), pero enfocándome en la pyme o micro pyme.
Durante muchos años ha sido un segmento de mercado que no era atractivo para muchas aseguradoras porque implica una gran carga de trabajo, tiempo dedicado a formación, necesidad de adaptación de los sistemas informáticos, incremento de personal, etc. que no estaban dispuestos a afrontar y que incluso algunos consideraban como un mercado de D&O de segunda categoría.
Cuando el mercado de grandes cuentas de D&O se empieza a tambalear, tanto por las primas muy competitivas, coberturas amplias y aumento considerable de la siniestralidad, algunas aseguradoras que nunca lo habían trabajado o incluso algunas que lo intentaron en el pasado pero lo abandonaron, han puesto ahora sus esfuerzos en desarrollarlo entrando muy agresivamente en el mercado pyme.
Pasar del negocio de gran riesgo al negocio pyme requiere una adaptación y se necesita tener cierta cultura pyme dentro de la organización a todos los niveles. Requiere una gran dedicación, tiempo en formar a corredores y clientes y un gran esfuerzo comercial, que no todos los suscriptores de las aseguradoras están dispuestos a ello. Como ejemplo, yo he perdido algún suscriptor en el pasado porque pensaba que suscribir D&O de pymes era una degradación.
En el pasado el segmento pyme en D&O ha tenido una gran estabilidad y una reducida siniestralidad, pero actualmente, tras la crisis del COVID 19, Guerra de Ucrania y crisis de suministros, incremento de precios y caída de la demanda, ha originado a pesar de las ayudas recibidas en el pasado (ERTES, Subvenciones, etc.) el incremento considerable de los concursos de acreedores.
Las estadísticas reflejan que los concursos de acreedores en España han afectado mayoritariamente a las personas físicas, micro pymes y pymes. Este hecho afecta a las pólizas del seguro de D&O con un aumento considerable de las reclamaciones y notificaciones de circunstancias.
Es cierto que un concurso de acreedores no implica obligatoriamente una reclamación contra los administradores porque el concurso puede ser fortuito y la gestión de la entidad sea intachable durante el proceso y con anterioridad al mismo. Pero la realidad nos muestra que han aumentado drásticamente las reclamaciones contra los administradores y directivos de las entidades por parte de la Agencia Tributaria y Seguridad Social, así como por parte de autoridades que les otorgaron subvenciones, tanto para cobrar las deudas como para recuperar subvenciones que no se aplicaros a su finalidad, se utilizaron para cubrir otras carencias de las entidades durante la crisis.
Este incremento de siniestralidad en el nicho de pymes puede acabar con la rentabilidad de carteras de las aseguradoras que entraron recientemente el dicho segmento, ya que una cartera de pequeño tamaño no va a poder sufragar varios siniestros que puedan tener de este tipo.