Tener un bar además de un enorme esfuerzo conlleva muchas responsabilidades. Resbalones, intoxicaciones, robos, incendios… muchos son los riesgos que amenazan la estabilidad del negocio e, incluso, su continuidad. En este artículo te explicamos qué seguros necesita un bar y cuáles son los más adecuados para estar bien cubierto ante posibles siniestros o reclamaciones.
Seguros necesarios en un bar
No todos los bares son iguales: su ubicación, su tamaño, su aforo, el número de empleados a cargo, si cuenta con cocina o no, si tiene terraza, si el local es alquilado… Todos estos son aspectos imprescindibles a tener en cuenta a la hora de proteger el negocio y que serán determinantes cuando se tenga que elegir los seguros y las coberturas que se quieren contratar, y que, por consiguiente, determinarán el precio final de la póliza.
En cualquier caso, tres son los seguros básicos que tiene que tener cualquier bar: de Multirriesgo, que protege el patrimonio del propietario (local, maquinaria, etc.); de Responsabilidad Civil, que cubre los daños materiales y personales ocasionados durante su actividad y que son imputables al empresario (golpes de proveedores, intoxicaciones de clientes, etc.); y de Accidente Convenio (cubre los accidentes graves en el ámbito laboral de los trabajadores). De hecho, estos dos últimos tienen carácter obligatorio, por lo que si vas a abrir un bar tienes que contar con ellos irremediablemente.
Es importante valorar todo lo anteriormente mecionado cuando se tenga que elegir los seguros y las coberturas que se quieren contratar, y que, por consiguiente, determinarán el precio final de la póliza, que, debido a todos estos condicionantes es muy variable. Para hacernos una idea, el Multirriesgo de un bar en propiedad de 150 metros cuadrados en Madrid con un par de empleados a cargo puede costar unos 400 euros (en torno a 200 si es de alquiler), a lo que habría que añadir una póliza de Responsabilidad Civil, que rondaría los 160 euros.
Seguro Multirriesgo
Como hemos mencionado, el seguro Multirriesgo protege el patrimonio del empresario ante los daños que pueda sufrir por los muchos imprevistos que pueden poner en peligro la continuidad del negocio, garantizando el pago de una indemnización, los costes de reparación o la reposición de los bienes por parte de la aseguradora.
Se trata de una póliza que protege tanto el continente (la estructura del inmueble: cimientos, muros, vigas, pintura, calefacción, etc.) del bar, como su contenido (los bienes que hay en el interior: mobiliario, mercancía, bienes de terceras personas, máquinas…). Cuando eres el dueño del bar, tendrás que cubrir ambos conceptos; solo en caso de que estés de alquiler te centrarás en el contenido, pues el propietario del local se tendrá que hacer cargo de asegurar el continente.
¿Cuáles son las coberturas del seguro Multirriesgo para bares?
Las coberturas más habituales para proteger un bar tienen que ver, claro está, con la protección ante los principales riesgos a los que está expuesto:
- Daños por agua. Cubre roturas de tuberías, goteras o escapes de agua, entre otros.
- Incendios. Asegura por los daños materiales producidos por el fuego, que puede ser más o menos extensiva (que cubra mobiliario o mercancía).
- Accidentes. Protege a los empleados ante percances que le ocurran mientras desarrollan su actividad.
- Explosión y caída de rayos. Se cubren los daños que haya a los bienes ocurridos por estas causas.
- Fenómenos naturales. Daños por nieve, viento, lluvia, pedrisco, entre otros que se consideren fenómenos extraordinarios.
- Daños eléctricos. Se da garantía por daños con instalaciones eléctricas o cortocircuitos.
- Daños en productos congelados. Por problemas en los frigoríficos que echen a perder los alimentos.
- Robos. Recoge los daños materiales y pérdidas por robo dentro del establecimiento.
- Expoliación. Cuando un empleado está transportando contenido para el restaurante o bar y es atracado.
- Infidelidad de empleados. Cuando se sufran pérdidas por un robo, falsificación o similar en el que tenga que ver uno de sus empleados.
Seguro de Responsabilidad Civil
Es el seguro que cubre al propietario ante las reclamaciones por cualquier acción u omisión que se realiza en el bar en el ejercicio de la actividad profesional y que puedan derivar en posibles daños ocasionados a terceras personas.
Se trata de un seguro obligatorio, que normalmente se regula en el ámbito local, por lo que son los Ayuntamientos los que lo exigen a la hora de conceder los permisos de apertura de los bares.
¿Cuáles son las coberturas del seguro de Responsabilidad Civil para bares?
Hay distintos tipos de coberturas de Responsabilidad Civil. Entre ellas las más importantes son:
- Responsabilidad Civil de Explotación. Responde por los daños materiales o personales que se hacen a una tercera persona (como que un repartidor se resbale y sufra heridas porque el suelo está mojado).
- Responsabilidad Civil Patronal. Compensa las reclamaciones de los empleados víctimas de accidentes de trabajo en los que el empresario hubiese podido tener culpa (quemaduras por hornos mal regulados o cortes por utensilios en mal estado).
- Responsabilidad Civil de Producto. Indemniza por los daños causados por los alimentos que se suministran en el bar (lo más habitual son las intoxicaciones por un alimento en mal estado).
- Defensa jurídica. Se recibe un asesoramiento profesional ante las reclamaciones procedentes de terceras personas (clientes, proveedores, empleados…)
Garantías del seguro para bares
Los seguros para bares son esenciales para dar tranquilidad al empresario frente a los imprevistos que puedan surgir.
Junto con la obligatoriedad de contar con garantías de Responsabilidad Civil al abrir el local, el sector de la hostelería obliga asimismo a contar con un seguro de Accidente Convenio cuando se regenta un bar y se tiene empleados a cargo, que cubra los accidentes laborales de los trabajadores en caso de fallecimiento o invalidez, indemnizando en consecuencia. En caso de no tenerlo contratado, el empresario deberá correr con la indemnización por el percance, además de exponerse a una reclamación administrativa.
Además, existen otras garantías que son esenciales para proteger el negocio de los principales riesgos que puede sufrir. Los daños por agua son el siniestro que más afecta a estos establecimientos, seguidos de los robos y la rotura de cristales y los daños ocasionados.
También ocurren siniestros que tienen una menor frecuencia, pero cuyo impacto es tremendo, como los incendios, que condicionan la continuidad de la actividad. De ahí que una buena póliza reconozca y cubra todos estos riesgos, con independencia de otros parámetros.